martes, 22 de enero de 2008

Carretera de Arizona (USA)


La verdad, es que si, es tal cual como se ve en las películas, carreteras interminables, y pueblos de caravanas semifantasmas, la auténtica América profunda!!!

St. Patrick's Cathedral en New York City (USA)


New York es la city por excelencia, me sorprendió ver tanta cantidad de iglesias y catedrales dentro de la gran manzana, en contraste con rascacielos enormes de cristal, me fascinaron los rascacielos de los años 30. Realmente cuando estás allí, parece que ya lo hayas visto todo con anterioridad, pero cuando vuelves, lo saboreas todo mucho más, y tienes la sensación de que debes volver para terminar tu viaje.

El puente de Brooklyn en New York City (USA)


Que gran paseo al atardecer, que grandes vistas desde el parque, al otro lado del puente, menudo as en la manga tenía usted Don Ramón. Uno de los grandes momentos de mi vida.

Praia do Amor en Pipa (Brasil)


Brasil, es naturaleza, playas desiertas y tranquilas, pero también es su gente, su música y su comida. Esta playa esta en Pipa, un tanto alejada de Natal, pero seguramente, si alguna vez vuelvo a ir, intentaría pasar más días en esta zona, que tiene mucho más encanto que la ciudad de Natal.

Cementerio en Kilkenny (Irlanda)


Dublín me decepcionó un poco, pero no así Irlanda, me encanto coger un coche y pasear por sus carreteras, sus paisajes, tansolo el viaje en coche ya merece la pena. Kilkenny está un poco alejado, pero es un lugar tranquilo para pasear.

Paseo por Glendalaugh en Irlanda


Me encantó, este valle despide una magia especial, a pesar de no acompañar demasiado el día, el echo de que estuviera todo perfectamente indicado (sobretodo para excursionistas de pacotilla como el aquí presente) facilitó el paseo. Sin duda la mejor excursión durante mi estancia en Dublín. Un consejo, si salís desde Dublín, intentad tomar la antigua carretera que usaba el ejército para ir a reprender a los insurrectos, el paisaje es increíble.

Paseo por el Glendalaugh en Irlanda


Castillo de Carcassone (Francia)


Mira, que para como son los gabachos, el viajecito no estuvo mal. El Castillo un poco de Walt Disney, pero merece la pena. Sobretodo que se lo pregunten a la de la tienda de los caramelos, que un poco más y le desmonto todo el tenderete.
Por cierto, hay que comentar que tras mi paso por tan nobles tierras, un faisán perdió su vida en el parachoques de mi coche recién estrenado.

Albi cerca de Carcassone (Francia)


Puente Vecchio en Florencia (Italia)


Mira que es caro dormir en Florencia, pero mira que es bonito... bueno, si no fuera por los aluviones de turistas, que llegan en masa.

El Coto de Doñana en Huelva (Espanya)


De Huelva no se puede decir nada malo (entre otras cosas porque es la patria de Nina), pero es que no hay nada malo. Naturaleza, sol, playas tranquilas, playas intranquilas, buena comida, y buena compañia, pa que quieres más Tomás!!!

La Alhambra de Granada (Espanya)


Si esto no es una maravilla del mundo!!!
Bonito, bonito de verdad.

Monterosso al Mare, Cinque Terre (Italia)


Nunca había oído hablar de esta zona, hasta que lo leí en una guía y me entró el gusanillo. Merece la pena perderse un par de días por esta zona, y sobre todo no dejar de probar las gambas, las mejores que he comido nunca!!!

Viaje a Estocolmo (Suecia)


Frío, frío, frío, es lo que recuerdo de Suecia, recuerdo acostarme con las calles tranquilas, y levantarme con un metro y medio de nieve. Un par de días en Estocolmo, y otro día para visitar los alrededores, es una escapada más que recomendable.

Pompeya (cerca de Nápoles) Italia


Pompeya es uno de esos lugares que no te tienes que perder, es capaz de transportarte a otra época, de hacerte revivir lo que siempre has leído.
Cerca está Nápoles, la auténtica y genuina Italia, uno no puede decir que ha estado en Italia si no ha visitado esta ciudad. No tiene esa belleza cuidada que puedan tener otras más turísticas, pero no se porque motivo, me llega a cautivar, y si eres capaz de mirar con otros ojos, sin buscar lo bonito enmarcado en un marco dorado, si no sencillamente sentir el latir de una ciudad, te encantará.
Además, aquí comí la mejor pizza que jamás he probado, solo por eso, ya merece la pena volver.

Atardecer en la Capadocia (Turquía)


Si de un país me he enamorado sin esperarlo, ese es Turquía. Antes del viaje, la gente te dice que es peligroso ir por libre, pero, los que dicen eso, es porque nunca han estado allí. La gente es muy amable, un poco irrespetuosos con las mujeres, pero para nada peligroso. Estambul es una ciudad de ensueño, la Capadocia un territorio enigmático, y la costa de Licia un lugar paradisiaco, con sus aguas color turquesa (playa de Kaputas). Una decepción, y una sorpresa, decepción Pamukale, el turismos en masa ha terminado con este maravilloso lugar, secando los manantiales, y convirtiendo un lugar precioso en algo vulgar. Por que tiene el ser humano esta capacidad de destrucción? Porque no somos capaces de ir a un sitio, y dejarlo tal y como estaba?. Sin duda no merece la pena hacer tantos kilómetros para sentir la pena que yo sentí cuando vi en que habían convertido ese lugar tan especial que había visto en fotografías. La sorpresa fue el yacimiento de Phaselis, en la costa de Licia. Es un yacimiento al lado de la playa, y si vais a primera hora de la mañana, os podréis bañar rodeados por las ruinas en unas aguas tranquilas completamente solos, una experiencia increíble.
Me enamoré de Turquía porque es un lugar precioso, me enamoré porque fui con Nina, me enamoré y sigo enamorado.



Paseo en bicicleta por flandes (Bélgica)


En los alrededores de Brujas, es perfecto alquilar un par de bicicletas, comprar en el mercado comida para hacer un picnic, y recorrer sus caminos, rodeados de campos, y canales.

Palacio de Versalles (Paris,Francia)


Mercado de Chichicastenango (Guatemala)


Paseo por brujas (Bélgica)



Sin duda mi ciudad europea preferida, me encanta, es preciosa, me gusta más que Praga, Budapest o Barcelona. Me gusta la paz que se respira al atardecer, sobretodo cuando se marchan los turistas en sus autocares para dormir en Bruselas, y pasear por sus calles se convierte en un cuento de hadas. Sin duda, la mejor opción es dormir una o dos noches allí para poder saborear su encanto.